Fueron escritas para ser publicadas en el Semanario "El Carolino"para el centenario de su nacimiento,hoy a 20 años de su muerte las republicamos.
Es muy difícil cumplir con el cometido que me trajo Víctor, escribir algo sobre Onetti. ¿Qué no se ha dicho? Eruditos, sus colegas escritores, periodistas culturales, dedican en estos doce meses, extensos comentarios respecto a este centenario, a merecidas reverencias. Criticas, anécdotas, se reimprime la obra, salen a luz páginas inéditas. Hasta el peruano Vargas Llosa editó un libro que ha titulado Viaje a la ficción: El Mundo de Juan Carlos Onetti. El semanario Brecha del diecisiete de abril, le dedica un especial que tituló: Pasión por Onetti. Nombro estos dos entre las cientos de publicaciones al respecto por ser, en el último caso, una de las más dedicadas, cuidadas e interesantes; en el caso del libro de Vargas Llosa, en lo personal, lo menos recomendable para acceder a la obra y vida del maestro, aunque con algunos aciertos dentro de mucha carencia de información, ha obviado incluso el comentario de algunos de sus textos fundamentales. Incluso aparecen allí ataques injustificados a Onetti, a la supuesta forma canallesca de tratar a sus personajes. Si algo redime a cualquiera de ellos es la piedad a veces excesiva con que los trata.
Accedí a Onetti por un volumen de cuentos, Jacob y el Otro. El relato que da título al libro ha sido filmado en una versión catalogada como buena por parte de quienes la han visto. Tiene además esta película la particularidad de haberse filmado, gran parte en nuestra ciudad, en la Sociedad Unión., con extras de San Carlos, y alguno hasta con diálogo y todo, el Memo Ricci, por ejemplo, para envidia del Chiquito Dutra que solo laburó de espectador. De todas formas ya se estrenó en Europa y espero que la veamos pronto por aquí.
El caso es que Tabaré Icasuriaga me prestó por el año ….sesenta y pico, unos libros de Benedetti (en este caso se los devolví) y en su biblioteca estaba este, el de don Juan Carlos. ¿Cómo es? Le pregunté, muy metafísico, me contestó. Gracias Tabaré. Conocí allí una voz de un tono y portento que no tenía la menor idea que existiera….y me faltaba entrar en Santa Maria aun, ese mundo del que fue dios, como García Márquez lo sería luego de Macondo.
Por aquellos tiempos leí a Galeano que comentaba su amistad con el escritor, hablaba de sus depresiones y su alcoholismo. Me enteré que escribía en Marcha; amaba a los post impresionistas; fumaba un cigarro tras otro; se enamoró de Idea Vilariño y ella le dedicó alguno de sus mejores poemas; se casó sucesivamente con dos hermanas que a su vez eran sus primas; fue periodista de Reuter, se comentaba que en su vida privada ostentaba el humor más serio del mundo…..Pero nada de esto fue tan impresionante como leer El Astillero El Pozo, Para Esta Noche, La Vida Breve, Juntacadaveres, creo que llegaron a mi vida en ese orden, y sin duda que se cuentan entre lo más importante, trascendente y perdurable que se ha escrito en el continente.
Como te decía antes, es difícil escribir algo que no esté dicho sobre este grande.
En Brecha se han publicado algunas cartas próximas a editarse con forma de libro, es la correspondencia epistolar que mantuvo con el escritor argentino Julio Pyró. Me conmovió sobre todo una, la más personal, la que más le muestra, al menos eso creo. Me tomo la libertad de reproducirla en parte, un segmento que me conmueve. Da cuenta de la separación de su segunda esposa María Julia.
“…….ha decidido cambiar su escritor de cuentos por un homérico narrador a viva voz. Vino, estuvo una semana conmigo, ofreció quedarse por encomiable espíritu de sacrificio y acabó por irse para siempre jamás en el ómnibus de las 8.30 de la mañana de hoy, lunes 10 de noviembre del enigmático año de 1941. No puedo decirle que fue para mí esta semana. Tenerla a mi lado y verla ardiendo y en silencio, como una bestia enferma, de su amor por otro, ver su “cara de tierra y sus desesperados ojos” vueltos hacia el recuerdo y la esperanza de otro hombre.
Todo esto después de ocho años de milagro cotidiano, luego de haberme decidido yo a cimentar en piedra mi vida con ella, cortar el resto y hacerle un hijo. He pensado mucho en “el niño Eyolf” (Hace alusión a un personaje de Ibsen que quiere ser feliz pero termina ahogado en el mar)
Creo que está loca, enferma, embrujada; pero el amor es así. Para rematar esto, quiero decirle que no sufro. Esta mañana acabó con eso; si no me maté enseguida es posible que me haya salvado de “werthear” ( Por Werther el suicida) si no me tiende una emboscada algún momento aislado de soledad y desesperanza. Pero por lo que puedo sentir lo peor ya pasó; estoy invadido por una paz y lleno de una fuerza como nunca me habían dado. Si pudiera saber que ella no va ha sufrir dormiría en paz y estaría contento. Es posible que mi vanidad sea excesiva, pero no tengo absolutamente ninguna clase de celos. Por desgracia, mi temor de que sea desdichada tiene base intuitiva y cínica base lógica. Aparte de eso me siento tranquilo y seguro –se lo confieso a ud.- confortado por una mezquina satisfacción de pastor protestante de no haber sido yo quien rompió el pacto tácito.”
Luego de esta joya literaria a corazón abierto, solo resta el silencio. ¡Salve Onetti!
Alexis Núñez Guerra
No hay comentarios:
Publicar un comentario